Cuenta con la conocida "bola", que es una especie de ascensor en el que se puede subir pagando una cantidad de dinero y disfrutar de una panorámica de toda la ciudad. en mi humilde opinión resulta algo absurda aunque por lo que escuche decir a la gente que se bajaba de ella parecía que les había gustado, por lo tanto no seré yo el que la critique, si al turista le gusta, pues que esté ahí por muchos años.
El laberinto es el sitio que más recuerdos me trae a la cabeza. Recuerdo la primera vez que entré en él, los arbustos no medían ni un metro, por lo que se podía recorrer con facilidad sin perderse. Ayer volví a entrar después de varios años sin hacerlo, y como siempre, me perdí. Hay un truco para no hacerlo, pero no lo recordé hasta que ya estaba perdido. la verdad es que es muy divertido y yo disfruté igual que los niños que andaban corriendo de un lado a otro, pero yo iba andando. Se lo recomiendo a todo el mundo.
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